Parque de Diversiones -Colectivo-

En aquel día había quedado con varios para ir al parque de atracciones y aunque no le fuera el día ideal para una salida necesitaba distraerse de todo. Salió de su habitación en rumbo al pueblo. Según se acercaba al lugar parecía que el tiempo iba a ayudar durante el día, o al menos eso parecía por el momento.
Nada mas llegar observó la gente de la entrada, no le pareció ver a nadie de los que había hablado así que aprovechó el tiempo para comprar los boletos, así nada mas la encontrara podrían entrar o hacer cola si tardaba mucho.

Se acercó a la pared cercana a la entrada, cruzó los brazos frente al pecho y aguardó la llegada en silencio, manteniendo la mirada entrecerrada.

Alzó un tanto la mirada al escuchar que alguien le llamaba, reconociendo a la persona nada mas escuchar aquel “juju”. No era que hubiera amanecido demasiado bien, pero esperaba que en el resto del día su humor mejorara y pudiera pasarlo bien. Afirmó con la cabeza ante la pregunta y extendió la mano para tomar el caramelo que le tendía.

-Gracias… - agradeció mientras desenvolvía el caramelo. Lo llevó a la boca y extendió los brazos a los lados como indicándolo “¿lo ves?”. - No vino, no se si vendrá.

Sonrió para dejar de mostrar aquel humor decaído. Le tendió el que sería su entrada y miró hacia todos lados, esperaba que al menos alguien mas viniera, no deseaba tener que pasar el día a solas con el mayor.

Después de haber estado toda la mañana buscando a Oz, se enteró por ahí de que se había dirigido al parque de diversiones. No sabía exactamente dónde se encontraba, pero después de un largo rato, al fin llegó. Se detuvo jadeando para tomar aire y seguir con su búsqueda en ese lugar cuando de pronto alcanzó a ver al rubio cerca de la taquilla. Sin dudarlo un momento se dirigió corriendo hacia él hasta alcanzarlo.

- ¡OZ!¿Porqué no me dijiste que estarías aquí?¿Que estás haciendo sólo?¿Que no ves que es peligroso estar sin alguien que cuide de ti? - se lo dijo con calma, atropellando las palabras.

Del empujón casi va a estrellarse contra el suelo, pero logró mantener el equilibrio antes de hacerlo. La fulminó con la mirada mientras escuchaba sus berridos.

-¡¡TU NO LE ESTÉS GRITANDO A OZ!! ¬¬ ¿QUIEN TE CREES PARA HACERLO!?... TIENES QUE MOSTRARLE MÁS RESPETO, ¿ME ESCUCHAS!?... - se volvió hacia Oz ignorándola a ella y su pregunta.

Observó como Break le abandonaba, por un momento no dijo nada ya que vio que simplemente iba a cambiar la entrada por un sello pero dio un brinco al ver que ya entraba.

-¡Break!

Quiso correr tras él pero de entre todas las personas presentes vislumbró a alguien conocido. Detuvo sus pasos y alzó la mano para saludarle mientras sonreía, aunque no parecía hacer falta pues se dirigía hacia si. Cruzó las manos tras el cuello y al momento de responder apareció quien menos imaginaba, aunque los gritos si los esperaba.

-Ya, ya… no peleen aquí. - Intentó poner calma entre ambos. - Vine aquí y no estoy sólo, solo que Break ya entró sin decirme nada y me dejó aquí. - Les tendió una entrada a cada uno. - Ahora entremos - canturreó mientras entraba al recinto.

Una pequeña gota recorrió su sien al ver hacia donde se había dirigido Break.

-Que menos…

Tomó la entrada y le siguió, aún fulminando a la coneja con la mirada. Se dedicó a caminar detrás de Oz mientras observaba con curiosidad el lugar. No conocía muchos juegos que había ahí entre otras atracciones. Giró al frente viendo a Break en la tienda de dulces, mas no dijo nada.

Vio como Alice salió corriendo pero no dijo nada, era de imaginarse hacia donde iba a lo cual se le afirmó. Observó el lugar y buscó uno de los mapas que mostraban cuan grande era el lugar. Encontró un pequeño poste en el que estaba, habiendo pequeños para poder llevar, tomó uno y observó bien el grande.

-A ver… ahora estamos aquí. - Señaló una parte del mapa y recorrió con el dedo parte de el. - Las atracciones a las que podemos subir están en el otro lado, aunque mientras vamos podemos parar por los diferentes juegos que encontremos. Ne, Gil… ¿a cuantas atracciones has subido?

Guardó el pequeño mapa en el bolsillo.

-¿Ehm? - se sorprendió un poco con la pregunta - Y-yo.. ehm... n-no a muchas... supongo... recuerdo... las tazas ¬¬ pero ahí no me vuelvo a subir... Hay que tratar cosas nuevas... ¿has subido a todas?

- Cierto, hay que probar cosas nuevas y tampoco subiremos a la casa del terror… aunque sería divertido ver como se asusta Alice. - Por un momento imaginó como en vez de asustarse trataba de matar a los pobres que trabajaban en la casa y un largo escalofrío recorrió su cuerpo. - Mejor no, vinimos a pasarlo bien y no a cometer asesinatos…
Cruzó los brazos tras la cintura y se encaminó a buscar a los otros dos, no sería bueno que comieran muchos dulces dependiendo de donde fueran a subir.

- Oigan no vinimos a comer… - Entrecerró la mirada viendo a ambos. - Y Alice será mejor que no comas ahora, no creo que hayas subido a nada y no sabemos si te sentará bien o no… y no tengo ganas de ir de baño en baño.

A poco se fue de espaldas al ver la enorme bolsa que había cargado en tan poco tiempo. Su rostro era todo un jeroglífico sin poder ser descifrado. Sacudió la cabeza y señaló la bolsa.

-¡¿Todo eso te vas a comer?! y, ¿Dónde piensas guardar esa bolsa mientras subimos?

Giró para ver a Break con la mirada entrecerrada.

-¿Por qué siento que vamos a tener faena hoy…?

Suspiró y no teniendo mas remedio fue a pagar, guardaba el dinero para algunos juegos pero aquellos dulces le salieron mas caros de lo que entraba en su mente. Cogió la bolsa y se la dio a Alice.

-Ahora iremos a las atracciones… así que mejor date prisa, Break.

Miraba a la coneja fulminante por un momento hasta que Break le miró. Sintió un pequeño dolor en el estómago al escuchar su comentario y retrocedió unos pasos. Se acercó a Oz y lo tomó del brazo alejándolo de Alice.

- Si, es cierto, no hay prisa... además es un buen día. También deberíamos ver los diferentes puestos... podríamos encontrar algo bueno... - terminado esto dirigió su mirada hacia un señor que vendía algodón de azúcar. Soltó un momento a Oz para ir a comprar. Y regresó con unos cuantos. - ... ¿Alguien quiere un algodón? - dijo al momento de pasarle uno a Oz.

Se alejó al notar que lo tomaban del brazo, manteniendo el silencio. Suspiró y fijó su mirada en Break, quien parecía tener mas prisa que él mismo.

-Bien entonces, - comenzó a la par que cogía el algodón que le entregaba Gil - vayamos a los juegos… Break, tu que puedes moverte tan… rápido, ¿llevarás los peluches que consigamos a la casa?

Mordió el algodón y salió corriendo, pasando incluso de largo a Break.

-¡Rápido! ¡No se queden atrás!

Seguía corriendo, no pudiendo evitar reírse en ello. Escuchó los gritos de Alice, aquello no hacía mas que aumentar su risa hasta que escuchó algo que no le pareció demasiado gracioso.
Giró la mirada y se detuvo en seco al ver a Alice hablando con un desconocido.

-¡Alice!

Retrocedió hasta quedar con ella y se disculpó con el hombre haciendo una reverencia. De seguido cogió a la chain por el brazo y salió corriendo con ella, ya parecía que no podrían dejarla sola un segundo o acabarían teniendo problemas.

-Aquí no se pelea.

Siguió a los demás por detrás, mirando fulminante a la coneja hasta que chocó contra el señor. Corrió para aproximarse y evitar cualquier problema pero el rubio se le adelantó. Suspiró un momento y continuó su camino.

- Baka usagi... - susurró aún mirándola con desprecio. Se giró entonces para asegurarse de que Break siguiera con ellos. Sacó un pequeño folleto del parque y observó el mapa por un rato mientras seguía camninando en línea recta.

Aflojó el paso al estar ya lejos del hombre, suspiró y soltó a la chica. Observó a su alrededor, ya habían dejado las tiendas atrás y empezaba un decorado estilo hawaiano, quizá ya habían entrado en alguna de las zonas de atracciones. Miró hacia atrás unos instantes para asegurarse que estaban todos, volvió la mirada al frente al tiempo de ver lo que parecía la entrada a una de las atracciones. Detuvo sus pasos y alzó la mirada para leer el nombre de esta.

-El tren de la mina… - Ladeó la cabeza, no le parecía haber escuchado nunca ese nombre en alguna atracción. Se adentró, mas por curiosidad que por otra cosa. Los vagones tenían forma de tren y los carriles subían y bajan dándole un toque a la montaña rusa. - ¡Subamos aquí! - exclamó señalando hacia la cola para subir, no había mucha gente y si se daban prisa podrían subir en la siguiente subida.

Corrió hasta llegar a la cola y alzó una mano para que los demás llegaran.